ANFITEATRO ROMANO
Frente al teatro y a escasos metros de éste, se encuentra el
Anfiteatro: recinto dedicado principalmente a espectáculos con gladiadores y animales
salvajes. Su inauguración fue en el año 8 a.C. y su capacidad era de unos 14.000
espectadores. Es de planta elíptica y entre sus partes principales
destaca la arena, donde se desarrollaban los espectáculos, y que se encuentra
muy transformado al utilizarse hoy como aljibe. Las tres puertas
monumentales al norte, sur y este, comunican el exterior del Anfiteatro con la
arena. En los extremos norte y sur se encuentran diversas dependencias destinadas
al uso de los gladiadores y cerramiento de fieras. La grada
se divide, al igual que el teatro, en cáveas; en la cávea ima se disponen dos
tribunas. Desgraciadamente, la media cávea está muy deteriorada y la summa cávea
casi perdida. Fuera del recinto del Teatro y el Anfiteatro,
a escasamente nos pocos metros de este último, del que toma su nombre, se encuentran
los restos de unas posibles mansiones romanas, la del Anfiteatro y la de la Torre
del Agua, datadas en los siglos III / IV y I, respectivamente.
Se conservan entre las dependencias de estas mansiones algunos lienzos pictóricos
de gran calidad, así como el pavimento musivo con una excelente representación
de la diosa Venus con Eros, y una escena de vendimia. De importancia
de esta zona arqueológica, son también las dependencias termales, pozos, hornos,
cocinas, peristilos, conducciones de agua, zonas ajardinadas, restos de la muralla,
así como un tramo de acueducto. Posteriormente, esta zona
fue utilizada como necrópolis a partir del siglo V.
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