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LOS SÍMBOLOS DE LA VIRGEN El lenguaje simbólico se ha ido perdiendo con el tiempo, y el hombre moderno desconoce esta manera de comunicación. No sólo con los sentidos captamos lo que nos rodea, existe un acceso simbólico que los sobrepasa. Somos prisioneros en una caverna –simplificando a Platón- de la razón y donde sólo se percibe el eco y las sombras cambiantes de las cosas.
El interés por el mensaje de los símbolos no es nuevo, el carácter enigmático de nuestro mundo ha despertado una constante curiosidad en el hombre investigador.
Encontramos en los símbolos de nuestra Mártir otra manera de llegar a su significado y oculta atracción para muchos emeritenses. Éstos símbolos son el ramo de palmera, horno, ninfa, manto y los colores verde y rojo.
Ramo de palmera:
En los primeros tiempos de la Cristiandad aparecen los primeros símbolos que se refieren a la salvación: el pez, el ave, el barco, la copa, .... El ramo de palmera llega a ser un símbolo de la resurrección después de la muerte. Con el tiempo y la aparición de los mártires, será un símbolo de los testigos de sangre, que como premio supremo de la victoria con su sacrificio han alcanzado la palma del martirio. Esperemos que no sólo el símbolo sea la llave que abra el reino de los cielos, pues la desilusión sería tremenda.
Horno:
El fuego como destructor y purificador es un atributo muy general, y ha pasado simbólicamente al infierno, al purgatorio y al ave fénix. En la imagen del horno en llamas se simboliza el ardor de la pasión, la purificación y del cambio. El Antiguo Testamento narra la pasión por Dios de tres judíos, Sidrac, Misac y Abdégano que no adoraban la estatua de oro del rey Nabucodonosor y a sus dioses, provocando con esta actitud que fueran arrojados atados a un horno de fuego ardiente. Los tres judíos salieron del horno atravesando las llamas ayudados por un Ángel que, haciendo soplar un viento de rocío, evitaba que el fuego les tocara. El nuevo nacimiento de estos tres jóvenes judíos simboliza la salida del útero naciendo a la vida.
Ninfa:
De origen griego, la palabra ninfa viene a significar tanto una fuente como una muchacha madura. Las ninfas fueron diosas del himeneo y en muchas fuentes las mujeres estériles solicitaban la bendición para poder concebir los hijos.
Paloma:
Una paloma sale de la boca de Eulalia en el momento de la espiración, como símbolo del alma que abandona el cuerpo: “y volando subió al cielo acompañada de innumerables ángeles, indicio grande de que estaba llena del Espíritu Santo, pues tenía la misma figura con que la Iglesia la pinta”. Paloma que podemos ver, varias veces referida, en el opúsculo anónimo de las Vitas, del siglo VII, en relación con Mártir Santa Eulalia.
Manto:
El “Libro de la Vida de los Santos Padres de Mérida” relata como el manto o casulla de la mártir es protegido con la vida del Obispo Masona; la túnica la quería a toda costa el rey Leovigildo, y nuestro obispo consigue, con una hábil estratagema, pasarlo escondido en su pecho engañando así al rey visigodo al que previamente le contó que la había quemado y bebido después de haber mezclado las cenizas con agua: ”Convéncete de una vez de que la bebí reducida a polvo y está aquí dentro de mi vientre. Jamás te la devolveré”. El manto de la Mártir sirve de protección a todos los emeritenses desde hace mucho tiempo.
Colores verde y rojo:
Los colores eran una forma de manifestación de la luz abisal y divina, que podían asombrar al hombre que los miraba. Los colores pueden excitar o tranquilizar. El rojo excita y calma el azul. Los colores cálidos y secos son el amarillo y el rojo, y los húmedos y fríos el azul y el verde. Hay dos verdes, uno que tiende al amarillo que es el color de la vegetación, de la vida y de la esperanza. Y otro, que tiende al azul, que da sensación de frío, y es fantasmal e infausto; es el color del veneno y del maligno.
El rojo puede sugerir muchas significaciones: lo demoníaco, la muerte, el peligro, la sangre, pasión, amor, ... Los colores más dominantes en Cristo y María son el rojo y azul.
En la época romana, tiempos de nuestra Mártir, el velo rojo se usaba en las bodas de las romanas y de esta manera se presentaban. También las viudas o diaconisas podían usar el velo rojo para distinguirse de otras viudas en tiempos de los primeros cristianos.
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Nieblas de la Mártir
